18 de diciembre de 2017-- Con un número cada vez mayor de migrantes que se desplazan por todo el mundo, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 18 de diciembre como el día para celebrar el papel del migrante y la contribución que la migración aporta al desarrollo.

En el video se puede apreciar a los estudiantes de Comendador disfrutaron de la muestra fotográfica sobre las mujeres en los mercados fronterizosEsto así porque es el día en 1990 cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Convención internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares. Desde diciembre de 2000, cada año se recuerda esa fecha como el Día Internacional del Migrante.

Este 18 de diciembre OBMICA conmemora la fecha al lanzar un video titulado  “La frontera haitiano-dominicana: pasado y presente” (haga clic aquí para ver el vídeo) en torno a algunas de las actividades llevadas a cabo en la frontera en octubre de 2017, a 80 años de la masacre de haitianos y de dominico-haitianos en esta franja fronteriza. Nuestro lente se posa sobre esta situación de intercambio fraternal y comercio transfronterizo que mayormente han caracterizado las relaciones de sus pobladores de un lado y el otro de esta línea divisoria entre Haití y la República Dominicana. Entendemos que hay pequeñas acciones que se deben de hacer para implementar un marco legislativo que proteja los derechos de estas personas que cruzan la frontera  de manera rutinaria para participar en las ferias bi-semanales.

Por este motivo, aprovechamos esta fecha significativa para instar a las autoridades dominicanas y haitianas a que operacionalicen la figura de “habitante fronterizo”, plasmada en la Ley de Migracion dominicana de 2004 y en su Reglamento posterior de 2011. De manera que se exhorta a las autoridades dominicanas competentes a:


En negociaciones con Haití, mediadas posiblemente por la Comisión Mixta Binacional Dominico-Haitiana, operacionalizar la figura de habitante fronterizo para facilitar su libre movimiento, ordenar los flujos migratorios circulares en la frontera y contabilizarlos.

 Así es que estas personas moradores en la zona de contacto de la frontera, mujeres y hombres, podrían disfrutar de más dignidad y mayor respeto en sus cruces cotidianos.