Por Kamilah Morain investigadora asociada OBMICA

En julio del presente año, la República Dominicana fue sede de la Conferencia Regional de la Asociación Internacional de Jueces de Mujeres sobre la Trata de Personas. Bajo el lema "Acceso a la justicia para las víctimas de la trata de personas: colaboración eficaz y mejores prácticas centradas en las víctimas", la conferencia sirvió como un espacio para que los participantes compartan información sobre sus respectivos enfoques para combatir este problema.

Foto Página 7 Abordaje centrado en las víctimas y cooperación transnacionalExploró la trata en sus múltiples formas y sus causas. Las leyes estatales, las políticas de las agencias de aplicación de la ley y la práctica legal también se examinaron con el objetivo de asegurar que se busque el mejor interés de las víctimas. La conferencia también sirvió como un espacio para los profesionales en el campo discutir e intercambiar tácticas de prevención, judicialización y alianzas que podrían usarse para combatir ampliamente el problema. Asistieron representantes de toda América Latina, incluidos Haití y el Caribe anglófono.

Durante la conferencia, se destacaron los desafíos que enfrentan las víctimas de la trata de habla hispana en los EE. UU. y sus asesores legales, así como los éxitos de Guyana, el único país de nivel uno en el Caribe. Argentina explicó su combate de la trata para fines de explotación sexual y comercial de personas en su territorio. Los-as participantes también pudieron beneficiarse de la experiencia de Jamaica en el enjuiciamiento de redes internacionales de trata de personas en Jamaica y conocer las disposiciones que contienen sus leyes en materia de la protección y compensación de las víctimas.

La directora de OBMICA, Bridget Wooding, junto al Gerente del Programa Lumos en Haití, discutió la cuestión de la trata interna y transfronteriza de niños-as entre Haití y la República Dominicana. Los panelistas abundaron sobre el papel de las creencias y prácticas culturales como uno de los principales contribuyentes a los problemas del tráfico interno y transfronterizo de niños-as. Plantearon las dificultades que genera abordar el fenómeno solo desde un enfoque judicial ya que algunas prácticas están tan profundamente arraigadas que hace falta impulsar un giro cultural.

En Haití se observó que este problema se ve agravado por las practicas de organizaciones caritativas, algunas de orden religioso, que subvencionan estructuras informales de acogida a menores de edad, como hogares y orfanatos que no cuentan con la debida fiscalización, lo que puede derivar en corrupción y   formas diversas de abuso como la explotación sexual y la servidumbre doméstica infantil. La discusión también se refirió a cómo abordar estos problemas de manera sensible a las víctimas y qué medidas deben tomar los legisladores y profesionales para garantizar la seguridad de las víctimas.

La conferencia concluyó con una sesión sobre mejores prácticas compartidas, el reconocimiento de personas notables que trabajan en el campo en toda la región, un voto de agradecimiento a los anfitriones y la conmemoración oficial del día internacional contra la trata de personas 2019.