Washington DC, miércoles 09 de septiembre de 2020.-  Esta semana se cumplen quince años desde que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) determinó en el caso Yean y Bósico que el Estado dominicano vulneró, entre otros, el derecho a la nacionalidad de las niñas dominicanas Dilcia Yean y Violeta Bósico, al no entregarles sus certificados de nacimiento e impedir así el acceso a sus derechos, entre ellos, el asistir a la escuela.

Esta sentencia significó un antes y un después en la lucha por los derechos de las personas apátridas y su derecho a la nacionalidad. Para Dilcia Yean la decisión de la Corte salvó el futuro de su descendencia. Pensar en que sus hijos en algún momento vivirían la situación que ella vivió era traumático. Su orgullo es que su caso no sólo les beneficia a ellas, sino a todos y todas las personas dominicanas.

La sentencia del mencionado caso fue la primera vez en que un Tribunal internacional se pronunció sobre la apatridia y sus consecuencias en la vida de quienes viven sin una nacionalidad, estableciendo obligaciones que los Estados deben seguir para prevenir y reducir este fenómeno. Además, la Corte IDH ordenó que, para reparar el daño causado a las víctimas, entre otras medidas, el Estado dominicano debía entregarles sus documentos de identidad, llevar a cabo un acto público de reconocimiento de responsabilidad y realizar modificaciones a la normativa dominicana para que estos hechos nos volvieran a ocurrir.

Pese a que han transcurrido más de 20 años desde que los derechos humanos de Dilcia Yean y Violeta Bósico fueron violados, desde el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) y el Movimiento de Mujeres Domínico Haitianas (MUDHA)-representantes de las víctimas ante la Corte Interamericana- lamentamos que el Estado siga sin cumplir con sus obligaciones internacionales derivadas de la sentencia.

Al día de hoy, República Dominicana no ha realizado el pedido público de disculpas y reconocimiento de responsabilidad internacional por el daño causado a las víctimas por las violaciones cometidas en su contra, ni ha adoptado medidas a nivel interno para regular el procedimiento y requisitos para adquirir la nacionalidad dominicana, mediante la declaración tardía de nacimiento, lo que permitiría que otros/as niños/as que nazcan en el país no pasen por lo mismo y puedan ser registrados/as sin sufrir discriminación alguna por su ascendencia u otras razones.

En 2019, la Corte IDH recordó al Estado dominicano la deuda que tiene con Dilcia y Violeta. En este sentido, las organizaciones que acompañamos a las víctimas, esperamos que el Estado dominicanos honre sus obligaciones internacionales y cumpla con las mencionadas medidas a la brevedad posible, para avanzar en la reparación integral del daño causado a Dilcia y Violeta y evitar que las violaciones cometidas en este caso se sigan repitiendo en el futuro.