Por Sebastian Gerardo Viala, investigador asociado OBMICA

Con motivo del acta de lanzamiento oficial de la primera candidatura de la República Dominicana para ser miembro del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDHNU) en junio del 2022, la implementación del Plan de Normalización para Venezolanos (PNV) fue destacada como un logro que avala, entre otros aspectos, la postulación del país a dicho órgano. 

Para el 2020 se calcula que alrededor de 114 500 ciudadanos venezolanos permanecen en el territorio nacional (segundo colectivo de inmigrantes más numeroso del país). A más de un año de iniciado este Plan, cabe analizar los avances y límites de esta iniciativa.

 

Contexto reciente de la migración venezolana

Grafico muestra Evolución del número de venezolanos en RDGrafico muestra Evolución del número de venezolanos en RDEn septiembre del 2018, el CDHNU aprobó una resolución sin precedentes manifestando su inquietud acerca de “graves violaciones de los derechos humanos” y apelando al Gobierno venezolano a que “acepte la asistencia humanitaria a fin de hacer frente a la escasez de alimentos, medicamentos y suministros médicos […]”. Se estima que hoy alrededor de 6,8 millones migrantes y refugiados venezolanos y venezolanas huyeron de su país, 5,7 millones de ellos en América Latina y el Caribe. Como muchos otros países de la región, República Dominicana es receptora de alrededor de 115 000 personas venezolanas de esta huida, siendo el principal destino de esta población en el Caribe.

La facilidad con la que los venezolanos entraban a la República Dominicana se debía a que al llegar sólo necesitaban pagar la tarjeta de turista, la cual autoriza a los visitantes a quedarse en el país por un máximo de 30 días. Sin embargo, la mayoría de los venezolanos que habían entrado regularmente con tarjeta o visa de turista permanecieron en el país después de la expiración de estos documentos, convirtiéndose así en migrantes en situación irregular.

Sobre el Plan de Normalización

A raíz de esta situación, las organizaciones de la comunidad venezolana en República Dominicana formularon una propuesta al Estado dominicano para regularizar a la población venezolana en el país. En enero del 2021, el Gobierno emitió la resolución 00119-2021, estableciendo procedimientos más flexibles para que las personas venezolanas puedan regularizar su estatus a través de un Plan de Normalización para Venezolanos (PNV). El PNV concede la posibilidad para los nacionales venezolanos de realizar trámites migratorios con pasaportes vencidos de su país sin tener que volver a Venezuela para empezar el proceso, eliminándose así los dos principales obstáculos a su regularización migratoria.

El PNV comprende tres fases:

  • prórroga de la estadía en el país de 60 días
  • expedición de un visado de estudiante o de trabajador temporero por el Ministerio de Relaciones Exteriores
  • emisión de un carné o permiso de trabajador temporero o estudiante, la cual comenzó en octubre del 2021.  

 

Beneficios

A primera vista, todo apunta a que el Plan brindó nuevos beneficios y oportunidades a la población meta.

Primero, fue ampliamente saludada la cancelación de multas por exceder el tiempo de estancia autorizado en el país y la prórroga de la estadía permitió dotar a las personas venezolanas de un estatus regular, rectificando así una situación en la que la irregularidad migratoria era predominante en este colectivo. Esto es crucial para muchos venezolanos/as, los cuales ya pueden ejercer el derecho al libre tránsito sin temor a arresto y deportación por irregularidad migratoria. Asimismo, la seguridad de poder salir de la República Dominicana sin verse prohibido el regreso al territorio dominicano influye positivamente en la salud mental de los migrantes y refugiados venezolanos. El acceso a la salud en general mejoró, ya que el tener un visado permite a un extranjero registrarse en un seguro. Incluso, las personas acogidas al PNV pudieron acceder a la vacunación contra el COVID-19.

Por otro lado, el PNV fue determinante para la integración al mercado laboral dominicano, lo cual es fundamental para que las personas puedan satisfacer sus necesidades básicas. Por ejemplo, beneficiarios recalcaron positivamente el que se otorgara facilidades para solicitar un carné de trabajador, sin tener que presentar estados de cuentas bancarias o emitir una constancia de trabajo formal. Esto es importante, porque además de generar ingresos formalmente, el carné de trabajador da acceso a otros derechos, como la homologación de la licencia de conducir venezolana en el país. Otro elemento fundamental es la inclusión financiera de la población migrante y refugiada en la República Dominicana, mediante la circular del Superintendente de Bancos que autoriza el uso por nacionales venezolanos de documentos de identidad vencidos para realizar gestiones bancarias, un avance crucial hacia el acceso al crédito y la seguridad social.  

Finalmente, es importante notar que los usuarios del PNV también tienen acceso a la justicia, un elemento fundamental para que personas en situaciones de vulnerabilidad puedan defender sus derechos y denunciar situaciones de abusos, especialmente casos de violencia de género.

 

Limitaciones

Foto ventanilla SambilA pesar de este esfuerzo subsisten barreras para la plena realización de las personas venezolanas en la sociedad dominicana. El Plan sólo habilita a los solicitantes para aplicar en la categoría de “No Residente”, lo cual demuestra claramente el carácter temporal del PNV, que sólo menciona a renovaciones anuales. El ser “No Residente” conlleva una visa de manera individual, excluyendo toda posibilidad de reunificación familiar y dividiendo de facto a las familias venezolanas. Otro riesgo es que esta resolución del poder ejecutivo es a la discreción del Presidente de la República, y en caso de un cambio de gobierno puede quedar sin efectos.

Además, sólo la población venezolana que haya llegado entre enero del 2014 y marzo del 2020 queda elegible para la regularización migratoria, lo que margina a la mayoría de la comunidad venezolana, que llegó posteriormente. Estas personas quedan con un estatus irregular, a menos que busquen regularizarse por la vía normal. Hubo casos de personas que alcanzaron pasar la primera (prórroga de estadía) y la segunda etapas (expedición de visado), para verse negada la emisión del carné en la tercera fase, por estar fuera de las fechas del Plan. Por otro lado, la promesa del PNV de realizar trámites con el pasaporte venezolano vencido, no pudo concretarse en algunas circunstancias. Respecto a la afiliación a la Tesorería de la Seguridad Social (TSS) se reportaron casos en los que no se permite efectuar el proceso de afiliación con el pasaporte vencido, aunque la persona tenga el carné de trabajador y esté inscrita en una nómina. Igualmente, se señalaron por lo menos dos bancos que no acataron la resolución de la Superintendencia de Bancos acerca de la apertura de cuentas bancarias y otros servicios financieros con pasaporte venezolano expirado, lo cual limita la participación de este colectivo en la economía local.

El caso de los hijos/as de venezolanos nacidos en RD

Los nacimientos de hijos de padres venezolanos en la República Dominicana plantean nuevas preocupaciones. La resolución 00119-2021 estipula que estos niños no gozan del ius soli, por lo que quedan registrado en el libro del registro civil como extranjeros. Estos niños caen en un limbo jurídico en términos de nacionalidad porque la transcripción del acta de nacimiento dominicana para extranjeros en Venezuela es un proceso lento. A menudo, los padres no cumplen con los requisitos del Estado venezolano para poder registrar al niño desde la República Dominicana, obligándoles a volver a Venezuela para realizar el trámite. Durante este lapso, los menores quedan sin ninguna nacionalidad, situación que obstaculiza el ejercicio de un conjunto de derechos que se desprenden de la nacionalidad.

Balance

En términos generales, el Plan de Normalización para Venezolanos (PNV) es una experiencia positiva permitiendo dar una solución legal a las y los venezolanos que durante años se encontraban en una situación migratoria irregular. Hasta ahora, más de 40 000 personas se han inscrito al PNV, y casi 22 000 visados fueron emitidos a nacionales venezolanos, la mayoría como trabajador/a temporero y ligeramente feminizada acorde con el porcentaje de mujeres venezolanas en el país que superan a los hombres. Constituye una mano de obra calificada que aporta al desarrollo de la economía dominicana. Sin embargo, aunque la regularización es un paso adelante para garantizar los derechos de los extranjeros, el PNV presenta límites en cuanto a su alcance temporal y al estatus de no residente, afectando un eventual establecimiento a largo plazo de muchas familias venezolanas. Además, existe una paradoja en la medida en que el PNV reconoce que existen unas “circunstancias extraordinarias” en Venezuela que llevaron a una salida masiva de sus ciudadanos hacia el extranjero, los cuales necesitan una protección específica. Ahora bien, resulta que a las personas que decidieron renunciar al PNV y seguir adelante como solicitante de asilo, no obtienen una respuesta de la Comisión Nacional para los Refugiados (CONARE). Por estas razones, es necesaria una mejor coordinación inter-institucional del Estado para las siguientes prórrogas del PNV, de modo que todas las entidades acaten las medidas del Plan para flexibilizar los trámites de las personas venezolanas.