María Eugenia Vázquez, nacida en Jujuy-Argentina, religiosa perteneciente a la Congregación de las Hermanas Misioneras de San Carlos Borromeo-Scalabrinianas, realizando su misión junto a las/os migrantes en situación más vulnerable y sus descendientes en República Dominicana desde el año 2016. Acompaña la ejecución de los programas realizados en la organización Asociación Scalabriniana al Servicio de la Movilidad Humana-ASCALA.
ASCALA es una organización no gubernamental comprometida con la promoción y defensa de los derechos humanos, el empoderamiento, desarrollo comunitario y social. Fundada el 01 de octubre de 2004, con sede en el Municipio de Consuelo, perteneciente a la Congregación de las Hermanas Misioneras de San Carlos Borromeo Scalabrinianas, es reconocida como una institución que se ocupa de la Defensa de los Derechos Humanos con dedicación y confiabilidad, generando impactos sociales. Actúa en los bateyes de la región este y en la frontera norte de República Dominicana promoviendo acciones que buscan mejorar las condiciones de vida de los migrantes y de sus descendientes. También es integrante de la red regional CLAMOR, la Red Eclesial Latinoamericana y Caribeña de Migración, Desplazamiento, Refugio y Trata de Personas.
¿Nos puede contar sobre algún proyecto en el que esté trabajando actualmente o que haya trabajado recientemente?
A través de la misión scalabriniana en República Dominicana fue posible conocer y acompañar los procesos de naturalización de los descendientes hijos de migrantes haitianos nacidos en el país y afectados por la Sentencia del Tribunal Constitucional 168-13. Desde ASCALA a través del Eje legal se buscó, cumpliendo todos los requisitos de la Ley 169-14, acompañar las personas en su proceso de naturalización. Lamentablemente después de 10 años de la sentencia aún el país no solucionó este problema que afecta tanto a las personas, las familias y toda la sociedad dominicana. Esta situación se agrava porque se traslada de generación en generación.
El proyecto a través de un equipo de abogados-as busca dar seguimiento y respuesta a las declaraciones fuera de plazo. La falta de respuestas es una traba para el acceso de derechos y tiene un gran impacto en las personas. El acompañamiento realizado en el proceso es lento, requiere de mucho esfuerzo y de estrategias de intervención y acción judicial que las familias no pueden hacerlo cuando no tienen un trabajo formal.
El abordaje es multidimensional donde se brinda un acompañamiento a toda la familia.
- ¿Qué fue lo más interesante de ese proyecto y como se aplica a su práctica profesional?
Lo más importante del proyecto es el enfoque integral donde se busca que las leyes se apliquen. El tema de la apatridia o de las personas en riesgo de apatridia en República Dominicana aporta mucho conocimiento sobre el tema.
- ¿Nos puede contar sobre su experiencia en asociación con OBMICA?
Con OBMICA fue posible trabajar y compartir los desafíos de las/os descendientes vulnerados en su derecho a través de la Plataforma Dominicano x Derecho. Actualmente, desde 2023, la organización ASCALA hace parte del consorcio liderado por OBMICA del proyecto MIGRASALUD: Protegiendo el derecho a la salud desde el ámbito local al nacional”. Esta acción busca promover el Estado de Derecho y el cumplimiento de los derechos humanos en la República Dominicana (RD) al incrementar la inclusión sin discriminación en el sistema de salud dominicano de personas migrantes y sus familiares con arraigo en RD en situaciones de vulnerabilidad. El objetivo es garantizar el derecho a la salud para estas personas en zonas estratégicas, a través de la vigilancia dirigida por la comunidad (VDC), la producción y movilización de nuevos conocimientos, el fortalecimiento de capacidades, las comunicaciones y la incidencia política