Colette Lespinasse estudió trabajo social y periodismo. Tiene una amplia experiencia de investigación a escala insular con enfoque en la frontera, de formadora en materia de derechos humanos y como comunicadora social. Fungió como directora del Grupo de Apoyo a Refugiados y Repatriados (GARR) durante muchos años y actualmente es consultora independiente.
¿Nos puede contar sobre algún proyecto en el que esté trabajando actualmente o que hayas trabajado recientemente?
Ahora estoy colaborando con una organización de promoción y defensa de los derechos de los-as niños en servidumbre doméstica en Haití que se llama Foyer Maurice Sixto (FMS). Esta institución lleva el nombre de un gran escritor haitiano que ha cuestionado la sociedad haitiana sobre el fenómeno de los-as niños en servidumbre doméstica que es una gran violación de derechos de los-as niños. Se considera también la servidumbre doméstica como una forma de trata de niños-as.
En el FMS, acompaño al equipo de esa institución a integrar la dimensión de derechos humanos en sus acciones. En ese sentido, he hecho un gran trabajo de promoción de la Convención de los Derechos de los Niños y Niñas a todo el personal, a los-as niños de la escuela de FMS y a las familias donde viven. También capacito a grupos barriales que se comprometen a vigilar y a proteger a los-as niños en servidumbre doméstica o maltratados en las comunidades donde viven.
¿Qué fue lo más interesantes de ese proyecto y como se aplica a tu práctica profesional?
El trabajo de promoción y d defensa de los derechos humanos es una responsabilidad de cada ser humano. Cuando he visto que mucha gente en los barrios es indiferente a lo que está pasando con niños-as maltratados que viven en sus alrededores, he pensado que es importante tener grupos en los barrios que se dediquen a ese trabajo. Con la organización de derechos humanos de la iglesia católica, Justicia y Paz, he empezado a buscar gente en diferentes barrios que pertenecen o no a iglesias, para dedicarse al trabajo de protección de niños-as. Así ahora existen en el municipio de Carrefour (sur de la capital de Haití) comités de vigilancia que sensibilizan a familias sobre los derechos de los-as niños e intervienen cuando son maltratados para protegerles.
Con esos comités, hemos hecho una pequeña investigación sobre los peores trabajos en los cuales están involucrados niños y niñas en el municipio de Carrefour. Al conocer los sitios donde trabajan los-as niños, eso nos ha permitido desarrollar actividades con ellos.
Con la presencia de los comités, los niños tienen amig@s en los barrios, que les defienden y no se sienten solos frente a las situaciones difíciles que viven. El trabajo del FMS tiene así más impacto que antes. Tenemos más informaciones sobre la situación de los-as niños.
¿Nos puede contar sobre tu experiencia como investigadora asociada en OBMICA?
Con OBMICA, he participado en investigaciones y reflexiones que tienen que ver con los derechos de los y las migrantes, particularmente los y las haitianos/as que migran hacia República Dominicana. A veces me encuentro en equipos de trabajo donde están participando investigadores de OBMICA, como fue pasó en 2017 en un comité sobre migración de un proyecto conjunto entre una docena de universidades de Haití y de República Dominicana. También he trabajado directamente con OBMICA en sus propios proyectos. La ultima investigación de OBMICA en la que participé fue “Los-as niños en movimiento en la frontera dominico-haitiana”. Ese trabajo me ha permitido conocer mejor la vida de niños-as que cruzan la frontera en diferentes partes para buscarse la vida, cómo lo hacen, cuáles son sus motivaciones, sus dificultades, sus relaciones o no con sus familias, y las instituciones en la frontera que tratan de protegerles. Son todos niños-as sin protección que merecen la atención del estado haitiano y de todas las personas comprometidas en la promoción de los derechos humanos.
Ese trabajo, lo hice con una co-investigadora de OBMICA. Fue una experiencia interesante. Nuestro conocimiento de la frontera, de instituciones trabajando en ese sector fue de un gran apoyo para poder encontrar a los-as niños y hablar con ellos. Sin embargo nos resulta muy difícil encontrar a las niñas. Esa investigación, nos enseña la importancia de desarrollar estrategias específicas para conocer mejor las situaciones de grupos marginalizados e invisibilizados como es el caso de las niñas.