El 3 de diciembre de 2021, los centros para la Observación Migratoria y Desarrollo Social en el Caribe (OBMICA) y de Desarrollo Sostenible (CEDESO) dieron inicio al Ciclo de Diálogos “Políticas de Control Migratorio, Violencia de Género y Derechos de las Mujeres Migrantes”. Fue un intercambio de experiencia entre actores de sociedad civil, sobre el tema de las deportaciones arbitrarias, con enfoque en los recientes operativos que violan los derechos de mujeres extranjeras embarazadas, en República Dominicana en las últimas semanas.
La discusión fue liderada por un panel de especialistas que abordaron diferentes aspectos de la política migratoria y restricciones aplicadas por el gobierno dominicano desde el pasado mes de septiembre a mujeres migrantes. Dicha actividad se enmarca dentro del Proyecto Trato Digno, iniciativa que combina acciones para la promoción del respeto a los derechos humanos de las personas migrantes y sus familiares, con el monitoreo del cumplimiento del debido proceso en materia de deportaciones en la zona fronteriza.
En el encuentro, Bridget Wooding, Directora de OBMICA ofreció el contexto histórico de la perspectiva de género en la política migratoria gubernamental que invisibiliza los aportes de las mujeres extranjeras como trabajadoras en los sectores agrícola, industrial, turístico, doméstico y del cuidado, proyectando exclusivamente su capacidad reproductiva y necesidades de salud como una amenaza para la seguridad nacional.
La antropóloga Ochy Curiel, fundadora del Grupo Latinoamericano de Estudio, Formación y Acción Feminista (GLEFAS) se adentró en la narrativa racista que afecta a las mujeres por el hecho de ser trabajadoras pobres, negras y extranjeras. Analizó la campaña de rechazo hacia embarazadas como parte de un complejo entramado que debe interpretarse más allá de la isla, en momentos donde el movimiento antirracista internacional cobra más fuerzas y sentido.
Juana Mercedes, Coordinadora general de la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas (CONAMUCA) habló sobre las precariedades del sistema de salud pública en el país que ha mercantilizado los servicios, resultando ser cada vez más excluyentes y económicamente inaccesibles para personas de escasos recursos especialmente las mujeres que viven en comunidades rurales.
De su lado Beneco Enecia, director de CEDESO, reportó sobre violaciones al debido proceso en el caso de las migrantes embarazadas y sus hijos en la Región Enriquillo y zona fronteriza donde se implementa el Proyecto Trato Digno. Habló sobre el espíritu solidario de cierto personal médico y de las comunidades que en medio de la adversidad se ha puesto de manifiesto.
Video-reportaje/Intercambio
Se presentó el reportaje “Deportaciones Indignas” realizado por el periodista Tony Pichardo, que recoge los testimonios de tres migrantes embarazadas deportadas, dos de ellas separadas de hijos menores de edad que permanecen en Santo Domingo. El videógrafo hizo comentarios sobre el material audiovisual que recogió en Belladere, Haití, las implicaciones políticas de las violaciones de DDHH y la sororidad dominicana que ha acompañado a las mujeres afectadas. En la sección abierta al intercambio y debate, activistas y representantes de organizaciones que trabajan con niños, niñas y adolescentes, campesinos/as, mujeres y migrantes, contaron las inauditas experiencias en terreno que han tenido lugar en los últimos meses, desde la incursión del personal de la Dirección General de Migración en salas y baños de hospitales; separación de decenas de familias; deportaciones al vapor de embarazadas e infantes; intentos de expulsión de dominicanas embarazadas, y la difícil situación que viven las gestantes deportadas en los puntos fronterizos. Fue señalada también con mucha preocupación la cantidad de embarazos de niñas y adolescentes, relacionadas con adultos mayores de 40 años.
La iniciativa “Trato Digno” continuará con este ciclo de encuentros, abordando además la imagen de las personas migrantes en los medios de comunicación, la realidad de los operativos arbitrarios, su impacto en la familia y las comunidades.