Recordamos el viaje del Presidente Abinader a la provincia de San Pedro de Macorís, corazón de los bateyes de la industria azucarera del este del país, a cinco semanas de haber asumido el poder a mediados de agosto de 2020.
El presidente Luis Abinader se comprometió este sábado a resolver la situación de miles de cañeros que por años han estado reclamando una pensión del Estado, luego de permanecer la mayor parte de su vida trabajando en los ingenios azucareros. La afirmación la hizo el mandatario luego de reunirse con representantes de los cañeros del Ingenio Porvenir la mañana de este sábado como parte de la agenda que agotará en esa provincia, y que se inició a las 9:00 de la mañana con una reunión con el obispo local.
Ramón Pérez Reyes para Listín Diario, 26 de septiembre de 2020
San Pedro de Macorís, RD
A casi dos años de este compromiso firme, dos publicaciones recientes nos edifican en cuanto a la actualidad para los trabajadores envejecientes como supuestos beneficiarios de esta promesa presidencial. Por una parte, contamos con una parte de la maestría de la estudiosa dominicana, Micely Díaz Espaillat, una síntesis publicada por FES en su serie Perspectiva y titulada “Trabajo y Justicia Social: barreras en el acceso a la pensión delos cañeros haitianos en República Dominicana”.
En resumen, ella nos explica lo siguiente: Esta investigación abordó las causas, medios y efectos de las injusticias sociales enfrentadas por la población cañera para acceder a la seguridad social. Las causas incluyen la historia colonial, la ausencia de voluntad política, los intereses económicos de las empresas azucareras y la discrecionalidad de las autoridades dominicanas. Las barreras institucionales son medios para la negación de derechos e incluyen el alto costo de la regularización, la larga lista de requisitos para obtener una pensión y la centralización del proceso. La represión policial, la repatriación y la violación de los derechos laborales también sirven como medios de control. El trabajo digno y la libertad sindical siguen estando ausentes y se continúa garantizando mano de obra barata para la élite económica. El sector azucarero cuenta con la complicidad de la élite política, lo que impide el acceso sistemático a otros derechos. Las consecuencias económicas, sociales y emocionales que enfrentan los trabajadores de la caña de azúcar incluyen problemas de salud mental y enfermedades crónicas no tratadas. Estos efectos los excluyen socialmente e impactan en sus familias, quienes deben enfrentar la transmisión intergeneracional de la pobreza, la discriminación racial y la apatridia, así como limitar sus oportunidades de desarrollo humano. Frente a este escenario, la voluntad política puede ser decisiva en la adopción de prácticas antirracistas que garanticen la justicia social (FES 2022).
Por otra parte, la periodista Indhira Suero Acosta hizo una joya de periodismo investigativo que fue publicado en Gatopardo el 2 de junio de 2022 bajo el título de “Azúcar amargo. La lucha de los cañeros haitianos”. Concuerda con muchos de los señalamientos de Micely Díaz. Al finalizar su artículo hace referencia a la visita de congresistas de EE.UU. al país, en mayo, preocupado por las condiciones laborales en los cañaverales de donde EE.UU. importan azúcar. En un próximo boletín OBMICA seguirá reportando sobre lo observado por los congresistas en una visita de seguimiento y el debate derivado de su nota de prensa con sendas preocupaciones externadas.