Quienes salen en las embarcaciones frágiles desde Republica Dominicana se conocen como “yoleros”, desde Haiti se les llaman “boat people” y desde Cuba son “balseros” pero su finalidad es lo mismo: buscar mejor vida en el Norte Global. Boat people es una expresión en inglés que remonta a los años 1975 refiriéndose a personas huyendo de Indochina (Vietnam, Laos, y Camboya) en barco hacia Europa y los Estados Unidos.
Hoy se utiliza para aludir a las travesías en barco de personas haitianas que abandonan Haiti para llegar a los Estados Unidos. El término se vulgarizó con una canción del grupo Raíces de Haiti Ram bajo el primer exilio de Haiti del presidente Aristide (1991- 1994), afirmando: “50,000 personas se fueron en los barcos agujereados al mar” (“50,000 people took the leaky boats out to the sea” en inglés en la canción original).
¿Por qué la historia se repite?
Hoy en día, debido a la crisis generalizada en su país, personas haitianas están saliendo por vía marítima y muriéndose en el proceso de buscar protección desde sus vecinos al norte. En el mes de mayo, nueve mujeres y dos niñas adolescentes se ahogaron cuando el barco frágil en que estaban viajando zozobró en el Canal de la Mona, que separa Puerto Rico de la isla de Hispaniola. Un mes más tarde se llevaron a cabo sus funerales en San Juan, sepultando las víctimas muy lejos de casa. Una docena de sus compañeros siguen desaparecidos, como tantas otras personas que han desaparecido en el Canal de la Mona. En mayo, un barco con 842 haitianos/as llegó al centro de Cuba, la llegada más grande de un solo barco en muchas décadas. La Guardacostas de los Estados Unidos hace repatriaciones rutinarias de las personas interceptadas en el mar.
El artista dominicano Genaro Reyes es oriundo de Miches de donde salen muchos de los viajes informales en yolas desde RD y su apodo “Cayuco” se refiere a los 38 años que lleva retratando mediante esculturas los peligros de estas travesías en barcos endebles, tipo cayucos. Desafortunadamente, como se puede ver de las cifras crecientes año tras año abajo, seguirá con mucha inspiración para sus obras (ver su instalación en la foto arriba) en la medida en que dominicanos-as y otras nacionalidades, mayormente personas haitianas que utilizan al país como trampolín, persistirán con estos viajes hasta que tengan más canales legales para poder viajar.
Las cifras
Desde el 1 de octubre de 2021 al 31 de mayo de 2022, la Guardacostas ha llevado a cabo 64 interdicciones de viajes ilegales en el Canal de la Mona y aguas del Caribe cerca de Puerto Rico. Las personas afectadas son 1,706 personas no nacionales de los EEUU., compuestas mayormente de nacionales de la RD y de Haití (1,235 dominicanos-as, 370 haitianos-as, 01 cubano, 1 ecuatoriano, 52 venezolanos-as, 12 uzbekos-as, 35 de nacionalidad desconocida).
- 617 dominicanos-as, 83 haitianos-as, 7 brasileños en el año fiscal 2021 (Total migrantes = 707)
- 1,095 dominicanos-as, 11 haitianos-as, 3 venezolanos-as, 13 de nacionalidad desconocida en el año fiscal 2020 (Total migrantes= 1,122)
- 1,027 dominicanos-as, 10 haitianos-as, 3 brasileños, 1 cubano en el año fiscal 2019 (Total migrantes = 1,041)
Por otra parte, los analistas vaticinan que el número de cubanos-as que salen de la isla será más alto que nunca en 2022. Desde octubre la Guardacostas ha interceptado casi 2,000 cubanos-as, viajando en balsas. Sin embargo, mucho más personas están volando a las Américas desde la Habana antes de viajar a la frontera EEUU/México: 114,000 han entrado a EEUU. desde octubre según US Customs and Border Protection (1% de la población entera de la isla).
Urge buscar mejores condiciones de vida para personas expulsadas de su país por necesidades económicas o de protección y políticas sostenibles de recepción en los países de destino. Preocupa la cantidad de mujeres y niños-as involucradas en las travesías informales con necesidades específicas de protección. Algunos analistas han especulado que puede ser que haya más víctimas mortales mujeres del colectivo de haitianos-as en estos viajes porque las mujeres tienen menos posibilidades para aprender a nadar. En cualquier caso, no ha de ser que personas caribeñas del archipiélago tienen que seguir poniendo su vida en riesgo en condiciones indignas “en busca de la vida.”