18 Febrero 2015--El cadaver de Claude Jean Harri, alias Tulile, fue hallado el pasado 4 de febrero, colgado de un árbol en el parque Ercilia Pepín de Santiago. Tulile era un joven haitiano que se ganaba la vida y mantenía a su esposa y dos hijos limpiando zapatos en el parque. Inicialmente, se rumoró que miembros de un movimiento anti-haitiano fueron los responsables del linchamiento. La noche antes de su asesinato, miembros del Movimiento Patriótico habían quemado una bandera haitiana en el Parque León.
A tan sólo 24 horas de la muerte de Tulile, las autoridades dominicanas concluyeron que el crimen fue el producto de un robo. A la fecha de esta nota de prensa, la policía ha interrogado a varios sospechosos, incluyendo a dos personas que estuvieron con Tulile en un establecimiento la noche anterior.
A pesar de no existir, hasta ahora, evidencia de que miembros de movimientos anti-haitianos hayan estado involucrados en este crimen, es evidente que en los últimos meses el Estado dominicano, y algunos sectores de la sociedad, se han tornado hostiles hacia los inmigrantes haitianos y hacia los dominicanos de ascendencia haitiana. En octubre del 2013, la sentencia 168 del Tribunal Constitucional les despojó la nacionalidad a cientos de miles de dominicanos de ascendencia haitiana, con carácter retroactivo. Los esfuerzos por normalizar el estatus de las personas a quienes se les había despojado la nacionalidad han sido infructuosos. El proceso de ejecución del plan de regularización ha incrementado los niveles de discriminación que enfrentan los desnacionalizados. Un grupo de periodistas que ha dado la cara a la situación de violación de los derechos humanos en el país, han sido acusados de “vende-patrias”, y amenazados de muerte por un grupo neo-nacionalista. Por último, una encuesta Gallup realizada en la República Dominicana, indica que el 89% de los dominicanos quiere que el gobierno prohíba la migración haitiana al país y un 72% piensa que los haitianos son los responsables de los males sociales en las comunidades. Todo esto ocurre mientras los haitianos hacen contribuciones importantes a la economía dominicana.
Nosotros, los miembros de la Sección Haití-República Dominicana de la Asociación de Estudios Latinoamericanos, y los miembros del colectivo de intelectuales y activistas denominado Hispaniola Transnacional, exhortamos al Presidente Danilo Medina, los demás miembros de la clase dirigente política dominicana, y a las autoridades haitianas, que adopten medidas para sosegar las tensiones. Específicamente, aplaudimos la atención que ha estado recibiendo el caso de Tulile, e insistimos que los resultados de la investigación sobre su muerte salgan a la luz pública. Le hacemos un llamado al Presidente Medina a que rechace las expresiones de odio en contra de los haitianos y los dominicanos de ascendencia haitiana. Exigimos la protección de la vida de los periodistas que abogan por los derechos de los migrantes y de sus descendientes en la República Dominicana. Finalmente, le imploramos que implemente una política migratoria clara, leyes que protejan los derechos de los trabajadores haitianos, y que se regulen las condiciones laborales en la República Dominicana.
April J. Mayes
Profesora de Historia
Co-presidente, Sección Haití-RD, Asociación de Estudios Latinoamericanos
Co-fundadora, Colectivo Hispaniola Transnacional
Kiran Jayaram, Ph.D.
Co-presidente, Sección Haití-RD, Asociación de Estudios Latinoamericanos
Co-fundador, Colectivo Hispaniola Transnacional