OBMICA ha trabajado de forma incansable, en esta década, para robustecer el debate nacional en materia migratoria. Este artículo lista algunos de nuestros principales logros.

El grupo de OBMICA que escaló Nalga de Maco, el parque nacional fronterizo, en el marco de un taller científico, en Semana Santa de 2012.Anuarios. Durante siete años (2011-2017), OBMICA ha compilado estadísticas de flujos de migrantes hacia y desde RD y dentro del Caribe insular; ha monitoreado la evolución de políticas migratorias y prácticas, y los derechos humanos de migrantes y sus descendientes. Estado de las migraciones que atañen a la República Dominicana, en sus siete ediciones, está disponible en obmica.org.
Para marcar el décimo aniversario de OBMICA, estamos lanzando un portal interactivo que busca facilitar la navegación amena y a la distancia de un clic de estos datos contenido en siete años de ejercicio impreso de nuestro observatorio.


Investigación pionera sobre migración, el medio ambiente y cambio climático. OBMICA ha hecho investigación original en RD, poniéndolo en diálogo con investigación comparada en Haiti, en proyectos financiados por la UE y la OIM (la foto de arriba es una evidencia de este esfuerzo).


Investigación original sobre género, migración y derechos humanos. Los estudios han enfocado violencia contra mujeres y niñas migrantes haitianas en la frontera, los derechos laborales y humanos de mujeres migrantes haitianas en el trabajo doméstico remunerado, la trata de mujeres dominicanas y haitianas y género y el riesgo de la apatridia para los descendientes nacidos en RD a migrantes haitianos.


Incidencia política mediante instancias internacionales. OBMICA ha aportado a informes alternativos de la sociedad civil a instancias de derechos humanos de la ONU, como el EPU, CEDAW, CERD, y el Comité de DESC. Fue la única OSC dominicana acreditada al proceso de elaboración de los Pactos Globales sobre migración, finalizados en 2018. Apoyamos la audiencia de la CIDH en RD en 2018 que visibilizó la nueva migración venezolana a lo largo de LA/C y la urgencia de una respuesta humanitaria y comprensiva a esta llamada “survival migration” (migración por la supervivencia).


Investigación-acción para facilitar el acceso al registro civil dominicano para los hijos de parejas étnicamente mixtas. Al darnos cuenta de que los padres dominicanos enfrentaron obstáculos para registrar a sus hijos-as cuando la madre es extranjera o indocumentada, OBMICA junto con el Movimiento de Mujeres Dominico-Haitianas (MUDHA) aprendieron del acompañamiento legal a familias mixtas. Un Protocolo-video (2018) es la herramienta que resultó de la iniciativa para ayudar a llevar a escala la experiencia exitosa de terreno.


Monitoreo de deportaciones y debido proceso. OBMICA ha hecho el monitoreo de la migración forzada de retorno de nacionales dominicanos desde EE.UU., inicialmente con un video clip lanzado en 2011 titulado: “Dame la oportunidad”. En 2018, junto con la Universidad de Rutgers, OBMICA organizó un simposio sobre las deportaciones en las Americas, incluyendo investigación original nuestra sobre las deportaciones por vía terrestre en la isla, tras la conclusión de las inscripciones para el PNRE.


Un giro cultural sobre la migración haitiana. Colaboraciones con fotógrafos-as, videógrafos, periodistas y expertos en estudios culturales nos han permitido contextualizar y re-enfocar los temas mediante exposiciones, el lanzamiento de documentales, conciertos, y discusiones de producción artística y literaria en la frontera dominico-haitiana.

 

El editorial de nuestra directora: "Es vital hacer una mirada más pausada a flujos regionales de migrantes que tienen impacto en nuestra cotidianidad"

Bridget Wooding, directora de OBMICAEl año 2019 marca el décimo aniversario de OBMICA y este boletín [de marzo de 2019] tiene varios artículos que procuran situar el trabajo del Observatorio en una perspectiva histórica. Si bien los orígenes nuestros se deben a preocupaciones sobre las dinámicas migratorias a escala insular (ver abajo en esta página), actualmente es vital hacer una mirada más pausada a flujos regionales de migrantes que tienen impacto en nuestra cotidianidad. "¿Ilegal yo?" un stand-up comedy, producido por Miguel de la Cruz y el venezolano Lendry Williams en Santo Domingo en marzo, compara la recepción de migrantes de Haití con los de Venezuela en la República Dominicana. Lo viejo traslapa con lo nuevo. Según la segunda Encuesta Nacional de Inmigrantes (ONE 2018), la inmigración haitiana se mantiene con un ritmo normal de crecimiento en el último lustro mientras que la nueva inmigración venezolana se multiplica siete veces en el mismo periodo. Este último dato es consistente con lo reportado en muchos otros países de la región, teniendo en cuenta que en los últimos años 3.4 millones de venezolanos-as se han desplazado desde su país hacia otros destinos, mayormente en la región.

Como se sabe, el Plan Nacional de Regularización de Extranjeros (PNRE) llegó a destiempo para esta nueva inmigración venezolana, ya que el aumento exponencial en el último lustro arribó al país después de la fecha de arraigo que exigió el Plan, de octubre de 2011. Otras experiencias en países de América Latina y el Caribe sugieren que es necesario ser creativos en cuanto a respuestas oficiales a la situación de las personas emigrantes venezolanas. Un Policy Brief (Betts 2019) sobre la situación de venezolanos-as en el país vecino, Colombia, enfatiza que es importante caracterizar este éxodo de manera adecuada. En efecto, Betts sostiene que ‘survival migration’ (migración de supervivencia) es un término que engloba situaciones en que personas huyen de estados fallidos o frágiles pero que no se les reconocen como refugiados. Independientemente de la etiqueta, es importante asegurar que tanto los estados anfitriones como los-as venezolanos desplazados reciben el pleno apoyo de la gobernanza global de refugiados, incluyendo mediante el compromiso del ACNUR y la aplicación al desplazamiento de enfoques basados en desarrollo, compartiendo responsabilidades a escala internacional contempladas en el Pacto Global sobre Refugio y el Marco Integral de Respuesta a Refugiados (CRRF por sus siglas en inglés). La respuesta gubernamental más apropiada a esta población en el país queda como una asignatura pendiente, recordando que datos recientes de la Organización Internacional para las Migraciones pone en un 89.75% los venezolanos-as que viven en el territorio nacional con un estatus migratorio irregular.