El 17 de marzo de 2023 se realizó en el Hotel Sheraton el lanzamiento de “MigraSalud: Protegiendo el derecho a la salud desde el ámbito local al nacional en República Dominicana”. Este proyecto promueve el acceso a servicios médicos de calidad para los grupos más vulnerables en el país, a través de la participación activa, la defensa del derecho a la salud y la construcción de conocimiento basado en la evidencia.
De la izquierda a la derecha: Hermana María Eugenia Vazquez, Directora de la Asociación Scalabriniana al Servicio de la Movilidad (ASCALA); Joseph Cherubin, Director de MOSCTHA; María Gonzalez Mata, Jefa de Cooperación de la Unión Europea en República Dominicana; Bridget Wooding, Directora del Centro para la Observación Migratoria y Desarrollo Social en el Caribe; Sirana Dolis, Coordinadora del Movimiento de Mujeres Domínico-haitianas (MUDHA); Rosibelis Charleston Sanelis, Abogada del Centro de Desarrollo Sostenible (CEDESO).
La iniciativa MigraSalud es encabezada por el Centro para la Observación Migratoria y Desarrollo Social en el Caribe (OBMICA) en colaboración con tres emblemáticas organizaciones de la sociedad civil dominicana de amplia trayectoria de servicio social: El Centro de Desarrollo Sostenible (CEDESO), la Asociación Scalabriniana al Servicio de la Movilidad Humana (ASCALA) y el Movimiento de Mujeres Dominico-haitianas (MUDHA). Cuenta con el financiamiento de la Unión Europea, a través del Instrumento Europeo de Democracia y Derechos Humanos (IEDDH), el cual se deriva del programa temático de Derechos Humanos y Democracia del Instrumento de Vecindad, Desarrollo y Cooperación Internacional (NDICI).
Sirana Dolis, directora de MUDHA, ofreció palabras de bienvenida a la actividad, en las que destacó la importancia de recabar datos objetivos para la elaboración de políticas públicas que reflejen la realidad de las comunidades. Resaltó el papel que las organizaciones de la sociedad civil que trabajan en los territorios brindando acompañamiento a la población y la ciudadanía organizada pueden desempeñar en sinergia con actores gubernamentales como puente para lograr el objetivo común de garantizar el acceso oportuno y universal a servicios de calidad, tomando en cuenta que la edad, situación económica y la ubicación geográfica marcan una gran diferencia entre los usuarios del sistema de salud.
De su lado, la jefa de Cooperación de la Unión Europea en República Dominicana, María González Mata, subrayó la importancia de las organizaciones de la sociedad civil en la promoción y protección de los derechos humanos, fundamentales para garantizar la estabilidad, seguridad, el desarrollo sostenible e inclusivo a largo plazo. Asimismo, expresó que este tipo de proyecto coincide con los valores de la Unión Europea como la democracia, el Estado de Derecho y el respeto de los derechos humanos, incluidos los de los derechos de las personas pertenecientes a minorías. Finalmente, valoró positivamente las formas innovadoras de generar alianzas para hacer frente a los desafíos que limitan la titularidad del derecho a la salud, y recordó que durante la pandemia del COVID-19 estas fueron cruciales al exigir un acceso universal a las vacunas.
La directora de OBMICA, Bridget Wooding, fue la encargada de presentar las líneas de acción del Proyecto MigraSalud, que incluye un enfoque de derecho y perspectiva de género, contemplando en diferentes instrumentos nacionales e internacionales que abarcan determinantes de la salud, como su disponibilidad, accesibilidad (no discriminación), aceptación y calidad. Además, Migrasalud se apoya en la hoja de ruta de la ONU para la recuperación del COVID-19, en la que República Dominicana se encuentra muy bien posicionada debido al buen manejo de la respuesta a la pandemia por parte de las autoridades.
Jazmin Martínez, Encargada programa de poblaciones vulnerables, Ministerio de Salud
Martina Moreno, enfermera del Centro del Primer Nivel de Atención (CPN) Mata Mamón
Las Claves
Migrasalud tiene como objetivo fortalecer el Estado de Derecho y el respeto a los derechos humanos en República Dominicana, contribuyendo desde una perspectiva de género a una mayor inclusión, al sistema de salud pública de personas en situación de vulnerabilidad en el país, migrantes y sus familiares con arraigo en el país, las cuales enfrentan una serie de barreras a la hora de ejercer su derecho a la salud.
¿Dónde se implementa?
El proyecto se enfoca en tres zonas geográficas principales: Bahoruco, San Pedro de Macorís y el Gran Santo Domingo. Prioriza su trabajo en las poblaciones más difíciles de alcanzar, como personas en situación de vulnerabilidad, personas en pobreza extrema, personas en movilidad, trabajadores/as agrícolas, comunidades aisladas y personas con necesidades específicas, para que sus vivencias y puntos de vista sean integrados en políticas públicas e intervenciones comunitarias. Procura autonomizar a las personas y las comunidades mediante la capacitación y participación, y el acceso a la información para que conozcan sus derechos y responsabilidades, y puedan asumir un papel activo en la formulación de políticas, en las acciones para detectar y abordar las inequidades en salud y los determinantes sociales de ella.
Actividades
Explorar, aprender y compartir son los tres pilares sobre los que se desarrollarán las actividades de Migrasalud. Se realizarán monitoreo en terreno, la socialización de hallazgos e intercambio de experiencias entre las partes interesadas, jornadas de capacitación en las comunidades para promover la participación activa de la ciudadanía, campañas de comunicación sobre el acceso a la salud de calidad en beneficio colectivo, así como la producción de materiales didácticos.
Lo novedoso de esta propuesta, es que agrega a esta tradición de investigación para la acción, el enfoque metodológico de la vigilancia dirigida por la comunidad (VDC) o Community-Led Monitoring (CLM, por sus siglas en inglés) en la que la base de la investigación (las fuentes primarias) es realizada por las mismas personas afectadas, para las que se pretende tener un impacto positivo a raíz de la acción.
El beneficio adicional de la vigilancia dirigida por la comunidad es que ofrece una estructura y un mecanismo a través de los cuales los datos de la comunidad pueden tener un impacto tangible y sostenible en la calidad del servicio, cuando se comparten de forma estratégica con los tomadores de decisiones.
Finalmente, no es menos importante influir en la opinión pública sobre sus percepciones de las personas migrantes, por lo que se hará un estudio de las narrativas que existen en los medios de comunicación y en los discursos oficiales sobre las personas migrantes y sus familiares que acuden a servicios de salud en la República Dominicana, especialmente en un contexto cambiante de recuperación post Covid.
Además, la sesión de preguntas y respuestas, fue la ocasión de hacer un repaso de la situación actual junto con distintos profesionales del sector salud invitados a la actividad, y de abordar posibles retos durante la implementación del proyecto como por ejemplo el manejo por partes de las autoridades de usuarios/as sin documentación que acuden a los servicios de salud. El intercambio permitió aclarar que si bien se atienden en las áreas de emergencia de los centros de salud a todo paciente tenga o no documentos que demuestren su residencia regular en el país, la calidad del servicio no siempre es la misma según haya tenencia de documentos o no. También se reconoció que la indocumentación es un factor que complica el seguimiento de los pacientes y que muchas personas migrantes no cuentan con un seguro de salud lo cual es un reto para el acceso a la salud, especialmente para la compra de medicamentos o la admisión para operaciones quirúrgicas. Finalmente, se espera que los distintos estudios que se realicen durante la acción permitan entrever mecanismos alternos para identificar a las personas en situación migratoria irregular con vistas a facilitar los referimientos y la construcción de la historia médica de estos pacientes.
Conectando a comunidades vulnerables
Durante el cierre de la jornada, la directora de ASCALA, Hermana María Eugenia Vásquez, resaltó el impacto positivo del proyecto que ha generado un gran entusiasmo entre las organizaciones implementadoras: “Lo que para muchas personas y comunidades es lo básico, medicinas, infraestructura, acceso, para nosotras, en nuestra experiencia, en comunidades desfavorecidas sigue siendo un desafío. Todo esto pasa por prestar oído, escuchar y atender sus necesidades y demandas, involucrar a las poblaciones en la toma de decisiones y en la implementación de soluciones”. Finalmente se mostró confiada en las oportunidades que se abren para mejorar prácticas, aprender de las experiencias e identificar las barreras que impiden el disfrute de una atención sanitaria de calidad a estas poblaciones en situación de vulnerabilidad. En fin, reconoció la presencia del Dr Joseph Cherubin en el acto, como pionero, desde MOSCTHA, de la atención necesaria a salud como derecho para poblaciones difíciles de alcanzar.