La Vuelta por México

Desde que inició la denominada "vuelta por México" a mediados del 2022 y que provocó que casi 50,000 dominicanos se sumergieran en el peligroso viaje de atravesar la selva del Darién para llegar hasta México y poder cruzar el muro de metal que les permitiría cumplir el

"sueño americano", casi dos mil dominicanos han retornado voluntariamente en el 2024 al país, tras darse cuenta de que la vida en el exterior no era lo que esperaban. Desde enero de 2023, hasta diciembre de 2024, Estados Unidos ha deportado 7,354 dominicanos de los 47,273 que hicieron la vuelta, según los datos de la Dirección General de Migración, que reporta mensualmente la cantidad de criollos deportados desde todas partes del mundo y las razones de su retorno involuntario.

La geopolítica (Sabatini, Chatham House, diciembre de 2024)

“La migración desde América Latina a los EE. UU. ha tenido un auge sin precedentes, con más de 370,000 personas interceptadas en la frontera con México solamente en el mes de diciembre de 2023.  La necesidad económica, la represión política y guerras civiles fueron antes los factores de peso en mover a los flujos de migrantes latinoamericanos hacia el norte global. Esto ha cambiado. Hoy en día, la mayoría está huyendo de países atrapados en violencia criminal y estados fracasados. En algunos casos, redes criminales y hasta los mismos gobiernos están implicados en el tráfico de sus propios ciudadanos.  Para los Estados Unidos la migración es un tema que divide profundamente y jugó un rol importante en la elección presidencial de 2024. El auge reciente en migrantes sigue polarizando el debate. El ciclo consecuente de estados fallidos, empresas criminales y un declive en discurso civil en cuanto a la migración representa una crisis regional... ¿Se puede salvar los estados frágiles y fallidos en América Latina? Posiblemente, pero la respuesta requerida es global, estructural y de largo plazo”.

150 países. 110 idiomas. Un sistema de refugios

Hace dos años, cuando los primeros autobuses con inmigrantes procedentes de la frontera sur llegaron a Manhattan, parecía una maniobra política. Si Nueva York quería ser una ciudad santuario, el gobernador republicano de Texas estaba encantado de ayudar enviando autobuses llenos de inmigrantes. Más de 225.000 migrantes han llegado a la ciudad de Nueva York desde 2022. Se han gastado más de 6000 millones de dólares en refugios. Cientos de hoteles y edificios de oficinas vacíos que fueron muy impactados por la pandemia fueron adaptados como refugios. Campos de béisbol y almacenes se convirtieron en dormitorios tipo barracas para alojar a migrantes provenientes de países como Venezuela, Perú, Marruecos y Sudán. La política también cambió. Nueva York se vio envuelta en la ira nacional por la inmigración que ayudó a Donald Trump a reelegirse como presidente. Los votos por el presidente electo aumentaron en una ciudad que solía ser hostil con él, empujando al alcalde Eric Adams, demócrata, a reconsiderar uno de los principios fundamentales de la ciudad: que debe proporcionarle una cama a cualquiera que necesite alojamiento.

Migración y Desorden Climático a escala insular

Un informe impulsado por el Banco Mundial (2024) titulado “Migrantes Climáticos en la República dominicana” pone de relieve la importancia de establecer sinergias entre las políticas de clima y medio ambiente, y las de migración. Con base en proyecciones estadísticas y un estudio de caso sobre cómo la degradación ambiental y su impacto en la agricultura en el municipio de Restauración (Dajabón) incide en la decisión de migrar, el informe aporta evidencias sobre cómo los patrones de migración interna e internacional están influenciados directa o indirectamente por efectos adversos del cambio climático. El patrón probable es el de la emigración interna de la población dominicana de las regiones agrícolas y de pastoreo, que alimenta el crecimiento urbano, con las mismas regiones recibiendo una afluencia de, presuntamente, migrantes circulares y laborales de Haití, en gran parte debido a los impactos del cambio climático en Haití.

Hospitalidad hacia migrantes haitianos en México

Más de 44.000 personas haitianas pidieron asilo en México en 2023. Muchos de ellos acaban trabajando en la industria de la alimentación y en los grandes abastos de la capital. “Esto nunca antes lo habíamos visto, y eso que yo llevo aquí chambeando (trabajando) toda la vida”, afirma Eduardo Gómez, comerciante de 84 años, dedicado a la compraventa, al mayoreo y menudeo de alimentos. Habla de las docenas de migrantes y solicitantes de asilo de origen haitiano, hombres y mujeres, que trabajan como carretilleros y cargadores, pero también como despachadores y dependientes en las numerosas bodegas y en los interminables pasillos de la Central de Abasto. “Los haitianos son muy resilientes”, apunta Andrés Ramírez, coordinador de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados. “Pueden acoplarse a la sociedad mexicana, a pesar de provenir de una cultura bastante distinta”.