■ Martha Luz Rojas Wiesner El Colegio de la Frontera Sur, México, Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. 

El hito de 2016. A fines de 2016, la presencia de población haitiana en Tijuana, Mexicali y otras ciudades del norte de México cobró notoriedad. En algunos meses de 2016 se había producido un inusitado e inédito ingreso de personas haitianas a México por su frontera sur, en particular por la ciudad de Tapachula, donde la mayoría se había “entregado” a las autoridades migratorias para solicitar un “oficio de salida” con el cual pudieran llegar al norte de México e intentar su ingreso a los Estados Unidos.

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Las personas haitianas que llegaron a México durante 2016 por su frontera sur, en especial desde el mes de mayo, usaron una de las rutas migratorias desde América del Sur rumbo a los Estados Unidos. Por esos “corredores” transitan no sólo personas migrantes originarias de la misma región, sino de manera más notoria personas provenientes de Asia y África, así como del Caribe.

Post terremoto Haiti 2010. En la década de 2010, igualmente, en varios países de América del Sur, se registró la llegada de personas haitianas que huían, entre otras causas, de los desastres ocasionados por el terremoto (2010), la epidemia del cólera (2010) y los huracanes Isaac (2012), Sandy (2012) y Matthew (2016), así como de las condiciones de pobreza, de la vulnerabilidad social y económica y de la inestabilidad política, en Haití.

Según el Diagnóstico Regional sobre migración haitiana (2017) en los países del Mercosur, la mayor presencia de personas haitianas en 2016 en dicha región se registraba en Brasil, Chile y Argentina. Como resultado del desempleo y de la crisis económica en Brasil, una parte de la población haitiana salió vía terrestre rumbo a Norteamérica y que en dicho movimiento operaron las redes de tráfico de migrantes, por lo que es probable que esto haya incidido en que, junto a migrantes en tránsito provenientes de la República Democrática del Congo, una parte de las personas haitianas que llegaron a Tapachula en 2016 se entregaran a las autoridades migratorias mexicanas como si fueran originarias de dicha República africana.

Situación migratoria regular precaria

 El Consejo Ciudadano del Instituto Nacional de Migración (CCINM intervino para que el INM autorizara Tarjetas de Visitantes por Razones Humanitarias (TVRH) a quienes a partir de septiembre ya no pudieron ingresar a los Estados Unidos. El CC-INM aclaraba que una parte de las personas haitianas se había visto en la necesidad de mencionar un origen diferente al suyo, esforzándose por evitar posibles prejuicios en su contra, pero también que hubo fallas en el registro del origen en los oficios de salida: los oficiales mexicanos de migración asignaron el origen congolés sin hacer la pregunta respectiva, mientras que otros casos fueron registrados como apátridas. Estas situaciones se habían usado como argumento para negar su regularización en México.

Las TVRH se expidieron por un año, al cabo del cual la mayoría quedó en situación migratoria irregular. Posteriormente, con apoyo de las organizaciones de la sociedad civil se ha logrado la regularización, pero no es una situación generalizada ni aplicable a personas haitianas que se ubican en otras ciudades, como Tapachula. ¿Cuántos son? Se calcula a grosso modo que hay un monto de al menos 12.8 mil personas haitianas en México, considerando que entre octubre y diciembre de 2016 se registraron 8,182 presentaciones y que entre 2017 y julio de 2019 se registraron 4,630. Una parte de esta población sí logró la autorización para entrar a los Estados Unidos. Otra parte fue deportada por autoridades migratorias de dicho país y un reducido número por autoridades mexicanas.

Antes de 2016, el número de “eventos de presentación” de personas originarias de Haití era muy bajo (77 eventos en 2015, los cuales ocupan el lugar o posición 21 por nacionalidad en todo el país); en 2016 esta cifra asciende considerablemente al llegar a 17,078 (lugar 4); en 2017 baja a 1,190 presentaciones (lugar 6); en 2018 sigue bajando a 464 (lugar 14); pero de enero a julio de 2019 se registra un repunte, con 2,976 presentaciones (lugar 5). A pesar de estas ubicaciones, el porcentaje respecto al total de presentaciones ante el INM es muy bajo; solamente en 2016 dicha proporción es cercana al 10%. En su mayoría estas presentaciones ante la autoridad migratoria se registran en Chiapas, entidad fronteriza con Guatemala por donde ingresa la mayor proporción de migrantes a territorio mexicano.

¿Cómo viven y trabajan?

En México, se han realizado algunos estudios sobre esta población haitiana y se han difundido por distintos medios noticias sobre las condiciones en que se encuentran tanto en el norte como en el sur de México. Para Tijuana y Mexicali, por ejemplo, se ha llamado la atención sobre el tiempo que las personas haitianas llevan en México, desde septiembre de 2016 y los retos que esto implica, en particular para quienes consideraban su estancia en estos lugares como transitoria.

El tiempo de espera, la necesidad de trabajar para mantener a sus familias, más otros factores, han llevado a algunas personas a reconsiderar su permanencia y establecerse de alguna manera en estas ciudades. Sin embargo, hay incertidumbre, pues las opciones laborales no sólo son restringidas, las condiciones de trabajo son precarias; hay dificultades para acceder a un empleo por la falta de documentos o por el tipo de documento que no autoriza a realizar actividades remuneradas. Además, hay dificultades con el idioma, así como problemas de acceso a vivienda digna, salud y educación.

En Tapachula, la situación parece más incierta, pues la mayoría no tiene documentos y la ciudad ofrece muchas menos opciones de trabajo, en un centro urbano en el que, además, se encuentran personas “varadas” de Guatemala, El Salvador y Honduras, así como del Caribe (en particular de Cuba), de Asia y África que están a la espera de una resolución a sus solicitudes de condición de refugiado, o bien de un oficio de salida para continuar hacia el norte de México buscando llegar a Estados Unidos, en un escenario altamente restrictivo como resultado de la redefinición de la política migratoria mexicana y de las presiones del gobierno estadounidense para frenar la migración. Una próxima entrega profundizará más sobre la situación actual de Tapachula para trabajadores-as haitianos-as y cubanosas y sus familiares como consecuencia de la nueva panorámica de mano dura desde el norte hacia el sur del Rio Grande y su efecto dominó en la región.