21 de septiembre de 2018.- OBMICA y la Universidad de Rutgers desarrollaron con éxito entre los 19 y 20 de septiembre un simposio sobre deportaciones, el cual tiene como objetivo primario ofrecer un marco amplio para el estudio riguroso de estos procesos de desplazamiento con poderoso impacto social, político y humanos a través del mundo.
Más de una de decena de expertos internacionales y estudiosos de la cuestión migratoria se dieron cita en este simposio que se desarrolló en el Hotel Crowne Plana Santo Domingo y que dejó claro la necesidad de llevar a cabo estudios sobre la deportaciones, como fenómeno que afecta la movilidad global de las personas.
Aunque algunas ponencias enfocaron los casos de estudio de las deportaciones hacia República Dominicana y Haití y entre estos países vecinos, varias de las intervenciones apuntaron hacia casos de estudio en centro y sudamérica para ofrecer referentes para promover el análisis y transnacional.
Carlos Decena y Bridget Wooding, por Rutgers y OBMICA, respectivamente, dieron las palabras de bienvenida en la primera jornada, que fue completada por una reflexión del profesor Wilfredo Lozano. “Para comprender las deportaciones hay que comprender los vínculos políticos entre los estados”, manifestó el profesor Lozano.
Dos charlas magistrales y cuatro paneles complementaron el programa, que contó con la presencia de expertas y expertos dominicanos y extranjeros que aportaron nociones de sus investigaciones en la materia, desde la perspectiva de derechos humanos hasta la cuestión de la migración forzada.
La primera conferencia magistral tuvo lugar en la jornada del 19 y estuvo a cargo de la investigadora danesa Ninna Nyberg Sorensen, quien habló sobre los cambios sociales en la población migrante a escala internacional provocada por los intereses privados y el cambiante orden político mundial. El jueves 20, por su lado, la investigadora Ulla Berg presentó un mapa de las zonas sensibles de las deportaciones a nivel mundial y con énfasis específico en las Américas, en un análisis que repasó el nuevo esquema sobre deportaciones que el gobierno de Trump ha desarrollado y su impacto en el continente.
El primer de los cuatro paneles, que tuvo lugar el primer día del programa, repasó la realidad dominicana en el ámbito de las deportaciones y la migración de haitianos. Los panelistas hablaron del modus operandi de las deportaciones, del concepto de discriminación estructural en los procesos y las perspectivas de la población fronteriza haitiana sobre la reinserción de personas repatriadas a sus comunidades.
Al cierre del primer día, en el panel 2 del seminario, un vistazo a la realidad centroamericana y latinoamericana en el ámbito de las deportaciones y un conversatorio sobre las nuevas perspectivas para los dominicanos retornados en situación de vulnerabilidad, a cargo de los investigadores dominicanos Marianella Belliard y Eddy Tejeda.
Dos paneles para completar el día dos del seminario con la mirada puesta en la temática desde la perspectiva de la isla, con los temas claves de derechos humanos, afrodescendencia y el compromiso político de los estados dominicano y haitiano para garantizar el debido proceso.
El simposio fue una oportunidad para académicos y activistas de varias partes de las Américas y de Europa para presentar su investigación sobre el tema, de preocupación a escala internacional. Una publicación de las ponencias clave presentadas en esta conferencia internacional propone apoyar una nueva agenda de investigación sobre deportaciones en un mundo globalizado.
A DESTACAR
Pinceladas del Simposio:
Retorno forzado de dominicanos-as desde EE.UU.
La conferencia inaugural de La Dra. Ninna Nyberg Sørensen, investigadora principal en el Instituto Danés de Estudios Internacionales, enfocó la migración dominicana desde el 1990 y las formaciones de nuevos patrones y rutas migratorias en el contexto de leyes que criminalizan a los inmigrantes dentro de los EE. UU. En el proceso de cartografiar la migración dominicana, existe una multi-dimensionalidad que ha creado una comunidad e identidad transnacional para muchos dominicanos fuera de su tierra natal. Recientemente, el proceso de deportación no solo ha frustrado la migración hacia los Estados Unidos, sino que ha redirigido una nueva ola de inmigrantes y deportados hacia España y otros países dentro de Europa.
Recientes fenómenos han remodelado nuevos patrones y resultados en el proceso de migración y deportación. Antes, el retorno forzado se ejecutó en el contexto de las redes familiares y no ocurrió dentro de la aplicación de leyes que criminalizaba inmigrantes por ofensas menores. Incluso, en esta nueva política migratoria, el control fronterizo ha llevado la migración hacia situaciones más peligrosas que antes. Dentro de la política de los EE. UU, este patrón se ha manifestado debido a que muchos policías se volvieron más en agentes de inmigración con el fin de criminalizar inmigrantes.
La migración irregular es un medio precario de avance, donde el ciclo de migración y deportación perpetúa la pobreza que buscaba aliviar. Los no ciudadanos condenados por crímenes también pertenecen a familias y el destierro a su tierra natal puede obstaculizar las conexiones fraternales y sus vínculos. El mantenimiento de las relaciones familiares a través de las remesas se puede romper de la noche a la mañana con una sentencia penal.
Además, lo que a menudo surge como tema principal es el rechazo y estigma familiar y comunitario. Los deportados confrontan un maltrato muy particular y están sujetos a rechazos ubicuos del estado y sus respectivas instituciones. Otra tendencia común es la interrupción familiar por la cual todos los parientes permanecen en el país de adopción, quedando brutalmente separados de la familia.
Uno de los factores clave que impulsa la deportación es la industria de prisiones privadas en los EE. UU y su creciente transaccionalidad. Este fenómeno, entre otros, motiva la nueva ola de deportaciones. Como resultado, hay un aumento en la presencia de actividad pandillista en las cárceles, como un medio de protección y apoyo social para algunos inmigrantes.
El retorno forzado de haitianos-as desde RD
La presentación del equipo investigador Alfred Pierre y Oseé Olibri titulada, “Opiniones de la población fronteriza sobre la reintegración de los repatriados haitianos de la República Dominicana desde 2015” generó un gran interés en base de los resultados de este estudio. Se presentaron datos muy pertinentes y necesarios sobre la migración haitiana repatriada, y hasta se propuso la posibilidad de una colaboración entre investigadores haitianos y dominicanos por parte del Dr. Wilfredo Lozano. Esto resulto como un ejemplo clave sobre la urgente necesidad de seguir desarrollando estos espacios de discurso y colaboración productiva para promover una nueva agenda social en relación a las deportaciones.
Los resultados de la investigación concluyen que la mayoría de los participantes del estudio salieron de Haití de una edad muy temprana y vivieron en zonas rurales de la República Dominicana en donde estaban expuestos a maltrato. Después de que estas personas fueron expuestos a la exclusión social, ellos volvieron a Haití repatriados sin recursos, y en peores condiciones. Muchos eventualmente vuelven a la República Dominicana para recuperar recursos que en Haití no logran conseguir. Muchas de las soluciones propagadas por los ONG no resultan sostenibles a lo largo y las circunstancias en Haití tienden a forzar la migración haitiana de nuevo hacia RD. Las encuestas en Haití revelan que la gente se quedarían en Haití si tuvieran acceso a recursos y empleo, pero en realidad muchos se sentían excluidos en ambos países.